El tribunal ha dado la razón a Vodafone.
La diputación de Segovia está procediendo estos días al cambio de compañía de Movistar a Vodafone, en un contrato para unificar servicios de voz y datos por valor de 131.636 euros al año durante dos años, más otros dos adicionales y prorrogables. Pero cambiar de compañía en administraciones de este tamaño es más complicado de lo que parece. Tanto es así que el cambio de operador debería haberse realizado hace meses y en una lucha entre Movistar y Vodafone.
Inicialmente el concurso lo ganó Movistar, pero la competencia valoró las peticiones de ofertas tal y como habían solicitado el operador rojo. Cuando una empresa concurre a un contrato público que considera que no se ha valorado correctamente, puede recurrir a Competencia para que valore correctamente las ofertas, ya que algunas administraciones prefieren mantener una oferta concreta para evitar trámites burocráticos o simplemente por preferencia, sin tener en cuenta el precio.
Y esto es lo que pasó en la Diputación de Segovia, Vodafone alegó que la mesa había valorado un aspecto burocrático y tras revisar todos los aspectos de la oferta, se adjudicó como ganador a Vodafone. Posteriormente fue Movistar quién decidió reclamar sin recibir el visto bueno y es por eso que el tribunal insiste en que la Diputación de Segovia tiene que pasar a Vodafone.
