En abril ya teníamos constancia de los aumentos de precio en una parte del sector, algo que sin ser pactado coincide en fechas entre los diversos operadores.
Quién avisa no es traidor, dice el refrán. Y nosotros avisar, avisamos con tiempo. Concretamente el pasado 13 de abril ya informamos que nuestra factura de telefonía amentaría su precio de cara al verano. Un movimiento que ya se está produciendo de forma masiva entre los principales operadores del mercado, tal y como detallamos:
- Movistar: es habitual que la marca nacional sea la primera en subir los precios y lo haga en varias ocasiones a lo largo del mismo año. En este caso la subida de precios se produjo en enero sobre los nuevos y actuales clientes. Y una vez más en abril sobre las nuevas tarifas que se contraten, que incluirán un Smartphone en modalidad renting con permanencia de 36 meses.
- Vodafone: el operador británico nos sorprende con un aumento en sus tarifas que aplicará el próximo mes de julio pero que ya está comunicando a los clientes. El argumento de la subida es el mismo que el utilizado por Movistar y básicamente hace referencia a un aumento de precios necesario para mantener un servicio y calidad excepcional en las redes. Vodafone también lanzará mañana 1 de junio nuevas tarifas al mercado, con aumentos en la parte móvil y eliminando el plan de precios de menor coste en fibra y móvil, a la vez que decide bajar los precios en el resto de alternativas de convergentes.
- Orange: el operador francés quiso desvincularse el pasado año de cualquier subida de precio, pero en 2021 no será así y el próximo mes de agosto los actuales clientes, así como los nuevos, verán ciertos incrementos en su factura a cambio de algunas mejoras de condiciones.
- Euskaltel, R Galicia y Telecable: las subidas veraniegas continúan con el Grupo Euskaltel, que no incluye a Virgin Telco en estas subidas pero si a las marcas regionales que operan en País Vasco, Galicia y Asturias respectivamente. Un aumento de precios que varía en función del operador y que en ocasiones es difícil de interpretar incluso para los clientes que revisan habitualmente su factura.
Visto esto, es más fácil entender los motivos por los que nuestra factura de telecomunicaciones incrementará su precio este verano, al menos a una amplia parte del mercado, creando más diferencia de precio entre los operadores tradicionales con servicio más premium (como ellos mismos indican) y los operadores de bajo coste o low cost.
¿Qué puedo hacer si me suben el precio?
Los clientes afectados por una subida de precio tienen un plazo mínimo de 30 días anterior al cambio de condiciones, para mostrar su disconformidad. Esto equivale al plazo que transcurre entre la comunicación legal recibida y el propio cambio de condiciones.
Si el cliente no tiene ningún tipo de permanencia con el operador, lo habitual si no está conforme con una subida de precio, es que solicite un descuento de compensación o cambie de compañía.
Durante este plazo, los clientes pueden reclamar al operador no aceptar esta subida. En este caso nuestro operador puede excluirnos de las nuevas condiciones, algo que en pocas ocasiones se realiza. Es más común que nos quiten cualquier permanencia en tarifa (nunca en productos tipo Smartphone) por modificación de condiciones, aunque esto conllevaría también dejar de disponer de cualquier descuento del que nos estemos beneficiando.
¿Subidas sin mejoras de condiciones?
Así es. Operadores como Movistar y Vodafone han desafiado al mercado subiendo los precios sin ninguna mejora en las condiciones. Con anterioridad, siempre que se producía una subida se justificaba al menos, con una mejora de condiciones, en la velocidad de la fibra o los datos móviles. Ahora, los propios operadores que han ofrecido datos ilimitados con una cuota superior, aumentan de nuevo los precios justificando una mejor conectividad ante el aumento de uso en los datos móviles. ¡Esto si que es rizar el rizo!
La subida pretende incrementar el ARPU en estas compañías, es decir, el promedio de ingresos por cliente, que será mayor si estos reciben una subida en la factura.
También nos encontramos ante subidas poco claras, ya que los operadores no muestran siempre el antes y después de nuestras condiciones y se basan en indicar el nuevo precio, algo que a muchos clientes no les llevará a pensar que se trata de una subida. Todo esto teniendo en cuenta que a partir de este año los operadores no pueden comunicar estos cambios de condiciones solo en factura y se tienen que apoyar en algún otro medio como la carta, el mail o un SMS, para ser a priori, más transparentes en sus comunicaciones.