Adamo continúa poniendo foco en zonas rurales instalando cada mes 5.000 nuevos hogares en la región a pesar de la situación económica actual.
Adamo aterriza en la localidad cántabra de Rasines ofreciendo la fibra óptica más rápida que existe en el mercado. En concreto el 93% de los 931 habitantes del municipio se beneficia ya de una conexión de 1.000 Mbps.
Este despliegue ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Rasines, que en todo momento facilitó la labor de los técnicos de Adamo. Esa cooperación cobró especial importancia en el despliegue técico de la red, ya que se trata de una población formada por 14 barrios diseminados.
Adamo acumula 54 millones de inversión en el despliegue de red en Cantabria, superando los 40 millones previstos en 2017.
Con Rasines el operador alcanza la cifra de más de 100.000 hogares conectados en toda Cantabria con una previsión de llegar a dar servicio a 60.000 familias cántabras en 2020. La apuesta de Adamo por Cantabria queda confirmada ya que es la tercera comunidad en la que más se ha desarrollado el negocio de este operador, con una inversión de 54 millones de euros en despliegues, unas cifras muy superiores de lo previsto tres años atrás.
Adamo continúa ofreciendo su fibra en el medio rural.
Recordamos que la red de fibra de Adamo pretende satisfacer la enorme demanda que existe para ofrecer internet de alta calidad, ofreciendo las mismas oportunidades al ámbito rural. El ejemplo de esa filosofía lo confirma Rasines, un municipio con una población que no llega a los 1.000 habitantes.
A través de Adamo Fiberhood, el operador pretende dotar de fibra óptica a las zonas más rurales bajo una petición conjunta de 30 vecinos.
Gracias al plan de expansión previsto por Adamo y que alcanza los 250 millones de euros, ya son 10.000 kilómetros de red propia de fibra de última tecnología la ofrecida por este operador en más de 600 municipios de todo el país. De esta forma Adamo colabora en el desarrollo y estabilización de la población rural, favoreciendo la competitividad de aquellas zonas que han ido perdiendo habitantes para volver a convertirlas en una opción atractiva para vivir.
