WhatsApp y Telegram mantienen una batalla por la privacidad a nivel mundial. Y esto no ha hecho más que comenzar.
Intensa batalla la que están viviendo en las últimas semanas WhatsApp y Telegram. Desde que WhatsApp comunicase un cambio en su política de privacidad y esto se convirtiera en toda una polémica, han sido varios los movimientos y noticias que hemos publicado al respecto:
- El 8 de enero anunciamos en qué consiste la nueva política de privacidad de WhatsApp que aplicará a partir del 8 de febrero. Ver noticia aquí.
- Tres días después, el 11 de enero, adelantamos en exclusiva el incremento de descargas que Telegram estaba teniendo en España. Ver noticia aquí.
- Es el 13 de enero cuando Telegram anuncia un aumento considerable de sus descargas en los últimos días hasta alcanzar los 500 millones de usuarios activos en todo el mundo. Ver noticia aquí.
- El 17 de enero, WhatsApp se ve obligado a retrasar el cambio en su política de privacidad debido, según indican, a la confusión que está provocando el cambio de condiciones entre sus usuarios. Ver noticia aquí.
- El 25 de enero publicamos los datos que recopila WhatsApp y Telegram, para que cualquier usuario entienda mejor lo que está sucediendo. Ver noticia aquí.
- El 29 de enero Telegram anuncia que más de 100 millones de usuarios que han descargado la aplicación en enero, un crecimiento del 20% en un mes. Ver noticia aquí.
Lejos de acabar esta batalla, lo que nunca llegaron a imaginar desde Facebook, compañía propietaria de WhatsApp, es el impacto mundial que está teniendo por primera vez el cambio de condiciones en su herramienta. Ahora lo que WhatsApp está intentando es lavar su imagen y anuncia un nuevo proceso de comunicación a través de los estados.
La competencia siempre es buena, si alternativas como Telegram no hubieran existido, WhatsApp hubiera echo cualquier modificación con facilidad.
A partir de ahora la app anunciará diversos cambios a través de los estados y comienza poniendo foco en su lado más débil estos últimos días: la privacidad. WhatsApp nos asegura que no puede leer ni escuchar nuestras conversaciones y que su compromiso con la privacidad permanece igual.
