Aunque el prepago es castigado por el sector al no aportar un consumo mínimo mensual y carecer de permanencia, el beneficio que aporta a los operadores es mayor.
Las líneas de prepago llevan años siendo las grandes castigadas del sector. La tendencia del mercado se dirige cada vez más hacia una modalidad de contrato, con una decadencia constante de líneas de prepago en un negocio que no las incluye tampoco dentro del valor convergente que aglutina diversos productos.
Pero detrás de ese castigo existe una realidad muy distinta y es la rentabilidad generalizada que aporta un cliente de prepago. Un porcentaje de líneas que llega rondar el 6-14% según el operador, son líneas casi inactivas. Es decir líneas que recargan a última hora tras varios meses sin apenas uso para no perder el servicio ni la numeración. Incluso al final un pequeño porcentaje de estos clientes acaban perdiendo la numeración tras cumplir el plazo de inactividad.
Las líneas de prepago con uso habitual aportar a los operadores un consumo y beneficio mayor que las líneas de contrato.
Pero el comportamiento de un gran porcentaje de clientes de este segmento es distinto. Son clientes con recarga automática que pagan el precio del giga más caro que en la modalidad de contrato y necesitan realizar un gasto mensual mayor para disponer de tarifas con llamadas ilimitadas, siempre como norma general en referencia a los grandes operadores.
La facilidad de controlar el gasto mediante recargas supone en general un gasto más alto en la modalidad de prepago. De forma adicional esa facilidad para controlar el gasto a veces es contrario a la realidad y estas líneas llegan a realizar varias recargas mensuales para renovar beneficios (datos y llamadas) superando con creces el consumo que tendría en contrato.
La recarga automática, un giro hacia el contrato.
Los operadores fueron adaptando poco a poco el segmento prepago hacia una modalidad de recarga automática que muestra muchas similitudes al contrato. Sin embargo, mientras que en contrato el pago se realiza si o si cada mes, en prepago si no se realiza este pago o recarga mensual pierdes el beneficio de la tarifa. Pero, ¿quién está dispuesto a quedarse sin línea o saldo hoy en día?
Ni que decir tiene que el prepago tiene otras desventajas que hace que este segmento continúe siendo más rentable: estas líneas carecen de cualquier tipo de descuento de fidelización a diferencia del contrato y la recarga mensual suele ser a 28 días, lo que supone realizar 13 recargas en los 12 meses del año.