A pesar de la restricción, desde Apple aseguran que sus terminales siguen vendiéndose con normalidad en China.
Ya tenemos la primera gran resolución entre la batalla que disputan Qualcomm y Apple. En este caso Apple ha sido claramente perjudicada ya que China ha prohibido la importación de varios modelos de iPhone que violan patentes de Qualcomm. En concreto los modelos son el iPhone 6S, iPhone 6S Plus, iPhone 7, iPhone 7 Plus, iPhone 8, iPhone 8 Plus e iPhone X.
Se ha demostrado que estos modelos de Apple violaban al menos dos patentes de Qualcomm cuyo royalty de utilización todavía no ha sido pagado por el fabricante de la manzana. De esta forma y hasta que el conflicto no se resuelva, no se podrán importar estos modelos de terminales a China y dejarán de estar disponibles una vez se agote el stock.
Apple ha indicado que «los esfuerzos de Qualcomm por prohibir sus productos son otro movimiento desesperado de una compañía cuyas prácticas ilegales están siendo investigadas en todo el mundo». Además añaden que «Qualcomm está reclamando el uso indebido de tres patentes que nunca habían reclamado antes y una de ellas ya había sido invalidada previamente».
Apple asegura que sus terminales siguen vendiéndose sin problemas en China, incluidos aquellos modelos más recientes como el iPhone XR, que incluye procesadores Intel. La patente tampoco se aplica a los terminales que lleven iOS 12 o superior, ya que Apple asegura que estas dos patentes ya no se violan desde esa versión porque se han realizado los cambios necesarios para ello.
La primera patente que reclama Qualcomm es la de «ajustar y cambiar el formato del tamaño y apariencia de las fotos» mientras que la segunda es «la gestión de aplicaciónes usando una pantalla táctil cuando se está viendo y usando apps». Desde Qualcomm aseguran que tienen que proteger su propiedad e impedir que Apple continúe beneficiándose de ello.