Un mercado con muchos operadores reduce precios en beneficio del cliente pero esto a su vez puede conllevar menos valor social al país.
Algunos mercados de Europa comienzan a preguntarse la viabilidad de que existan decenas de operadores compitiendo en un único mercado. La pregunta es si es mejor tener muchos operadores o tener menos pero de mayor calidad. La inversión en infraestructuras es algo necesario al alcance de unos cuantos, mientras que la competencia la crean todos.
Esto es algo que Antonio Coimbra, CEO de Vodafone en España, ya indica en una reciente entrevista en ABC. España es líder en Europa en despligue de redes fijas y la inversión en 5G va por buen ritmo, pero la excesiva competencia creará reduciones de precio en los próximos meses incompatibles en muchas ocasiones con los altos precios de inversión.
Es por ello que Coimbra destaca que es importante diferenciar «aquellos operadores con un rol estratégico, que aportan algo a la sociedad, con perpectiva a largo plazo, con insfraestructuras de calidad, capacidad y redundancia, además de políticas activas de responsabilidad social frente a los operadores que buscan maximizar su valor individual a corto plaza y sin próposito social».
El modelo de crear un operador, ganar clientes cuanto antes y venderlo poniendo un valor a cada cliente, es algo que cobra mucha fuerza en nuestro mercado.
Razón no le falta si tenemos en cuenta que tanta competencia es buena en cuanto a precios para el usuario final se refiere, pero detrás de este beneficio existe una parte de valor social en las que unos operadores tal vez juegan casi exclusivamente con el precio, con la única finalidad de ganar clientes que es algo que luego marcará su precio de venta, mientras que otros se encargan de invertir en redes que cada vez utilizamos de forma más masiva. Aunque esos operadores que invierten en redes, a su vez, sacan beneficio de aquellos que no están dispuesto a realizarlo.
