Los operadores critican un sector competitivo con bajada de beneficios para afrontar grandes inversiones con elevadas cuotas de impuestos.
Los tres principales operadores del país pagaron 1.450 millones de euros en impuestos durante 2017, en referencia a Telefónica, Vodafone y Orange. Los operadores consideran que España es el mercado que más impuestos les genera ya que a los tributos habituales (IVA, Sociedades) se debe sumar la tasa RTVE por partida doble (como operador y como televisión) y una larga lista de tributos locales. Algo que ningún otro sector del mercado tiene que afrontar.
A pesar de esto Podemos propuso el pasado martes un nuevo canon a las grandes compañías de telecomunicaciones para ampliar la red de banda ancha a 30 megas en todos los pueblos de ámbito rural. ¿Otro impuesto más? se preguntaron entonces los operadores, acostumbrados a ver como se reducen los precios mientras aumentan sus inversiones e impuestos.
Los operadores cansados de estos impuestos que no aplican a ningún otro sector amenazan con la idea de no poder afrontar el despliegue de infraestructuras 5G. Otros como Vodafone han llegado a justificar su último ERE como consecuencia de la elevada competencia junto con un mercado insostenible de impuestos, mientras exigen que la tasa Google se lleve a cabo cuanto antes.
