Los clientes de prepago realizan menos consumo mensual, pero este se tarifica a un coste superior en comparación con cualquier modalidad de contrato.
Los clientes de prepago fueron y siguen siendo una prioridad baja para los operadores convencionales, dispuestos a alcanzar clientes de mayor consumo y por tanto que aporte más beneficio a la compañía. En contra de los clientes de prepago no está solo el consumir menos, también contactan más con el servicio de atención al cliente y esto aumenta el coste.
Un claro ejemplo es la nueva estrategia de Vodafone que se centra en nuevos paquetes de fibra, de televisión y nuevas tarifas de contrato pero en ningún caso se ha ofrecido mejora en prepago. Y este uno de los focos que los operadores convencionales deben mejorar si quieren evitar que los operadores virtuales y sobretodo el Grupo MásMóvil sigan creciendo.