Gran parte de las tiendas que trabajan bajo la insignia Phone House son franquiciadas, por lo que a estas no aplicará el ERE.
Phone House ha realizado durante el confinamiento una suspensión temporal de trabajo temporal a través de un ERTE, que finalmente se convertirá en un ERE como temían parte de los empleados propios de esta cadena de tiendas.
En 2019 Phone House cerró medio centenar de tiendas propias, centralizando su modelo en incorporaciones de nuevas franquicias con ventajosas condiciones.
La dirección del grupo que pertenece al grupo vasco Dominion, comunicó el pasado viernes a los representantes de los trabajadores su intención de llevar a cabo un proceso de despido colectivo (ERE) sin informar cuantos trabajadores se verán afectados por el despido.
Lo que si han indicado es que afectará a 148 centros de trabajo, al centro logístico de Coslada y a un centro de soporte de Madrid. Recordamos que cada tienda de la cadena Phone House cuenta con una media de cuatro trabajadores.
Phone House asegura que la mala situación no solo viene generado por la situación de pandemia sino por lo que se venía arrastrando con anterioridad.
‘El ERTE de fuerza mayor no ha sido una medida suficiente para paliar la grave situación económica y productiva en la que se encuentra actualmente nuestra compañía, con motivo de la excepcional situación económica negativa que está atravesando la empresa, no solo por la situación generada por el Covid-19 sino por la que ya se venía arrastrando con anterioridad‘, afirma el comunicado remitido a los trabajadores.
Con esta decisión Phoone House decide no acogerse a la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo hasta el 31 de enero de 2020, ya que el cierre de tiendas durante el confinamiento ha supuesto un duro golpe en la matriz que no esperan remontar a corto plazo.