El Roaming no tiene coste en los países de la Unión Europea.
Con la llegada de las vacaciones siempre nos hacemos la misma pregunta, ¿qué coste tiene usar mi teléfono si viajo a un país de la Unión Europea?. La respuesta es sencilla: el mismo que tendría en España. Pagarás lo mismo por tus llamadas, mensajes y datos que si estuvieras en el país de origen.
Para ello conviene recordar los países que forman esta unión: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia. Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Suecia. Adicionalmente existen tres países, Islandia, Liechtenstein y Noruega, que a pesar de no estar en la Unión Europea se inscribieron en este mismo acuerdo.
Por lo tanto, ¿en qué países de Europa tendré que pagar el Roaming?.
Los países que están fuera de la Unión Europea y no tienen acuerdo son: Albania, Andorra, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Georgia, Kazajistán, República de Macedonia, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Rusia, San Marino, Serbia, Suiza, Turquía y Ucrania.
Es estos países pagaremos el servicio Roaming al precio estipulado por nuestra compañía, que en su caso puede ofrecer alguna promoción concreta. Recuerda que tu compañía tiene que activarte el servicio de Roaming en tu línea para poder disfrutar del servicio fuera de España.
Excepciones a tener en cuenta en Roaming.
Aquellos clientes que tengan una tarifa ilimitada, deben consultar con su operador si existe alguna excepción de datos que pueda aplicar en Roaming. Aunque generalmente no existen grandes restricciones en este aspecto, los operadores pueden limitar ciertos planes de datos en Roaming.
Igualmente si al viajar a otro país descubres que las tarifas son más económicas y contratas una línea con un operador del país destino, al regresar a España el operador puede cancelar el servicio si descubre que esa línea pasa mucho tiempo en nuestro país. La línea contratada debe ser utilizada en mayor proporción en el país al que pertenece, aunque en la práctica los controles son mínimos.