El mercado se llenó primero de operadores móviles de bajo coste que con el paso del tiempo se han convertido en operadores convergentes de bajo coste.
El mercado comenzó a inundarse allá por 2009 de operadores que competían en precio por tarifas solo móvil. Diversas marcas que involucraban incluso a las cadenas de supermercados más grandes de nuestro país, se unían a una moda en la que finalmente todas las marcas no lograron sobrevivir.
Comenzó 2012 y en el mes de septiembre comenzamos a ver las primeras ofertas convergentes en nuestro mercado de la mano de Telefónica y su producto Fusión, algo que fue cobrando fuerza en años posteriores y en 2015 los clientes convergentes eran el verdadero interés del mercado al unificar servicios bajo la misma factura, fidelizándolos notablemente.
Los operadores de bajo coste no tardaron demasiado en ver esta demanda, intentando sumarse al carro de las tarifas convergentes low cost, algo que fue posible de inicio gracias a MásMóvil y el acuerdo alcanzado para utilizar la red fija de Orange. Este fue el primer operador en lanzar fibra óptica de bajo coste en verano del 2016 tras la compra de Yoigo.
A día de hoy encontramos alternativas de bajo coste en telefonía y fibra, quedando la demanda de TV aislada a productos como Amazon Prime Vídeo o Netflix.
Posteriormente y gracias a la unificación y creación de nuevos operadores, el mercado fue recibiendo nuevas ofertas convergentes de bajo coste: Pepephone en abril de 2017, Lowi en mayo de 2017, Amena en junio de 2017, Tuenti en diciembre de 2017 aunque a día de hoy ya no lo comercializa, O2 en junio de 2018, Llamaya en noviembre de 2018, Virgin Telco en mayo de 2020, República Móvil en junio de 2020 y Simyo en septiembre de 2020 son algunos de los movimientos destacados en esta lucha por ofrecer todo a precio reducido en una misma factura.