Comienza un nuevo mes y la palabra que más mencionada y temida por los operadores cada día 1 es esta: el churn.
Comienza un nuevo mes y la palabra más temida por los operadores vuelve a ser noticia. Se trata del churn, el porcentaje que mide el índice de infidelidad de un cliente. En palabras cercanas, las bajas que realiza un cliente dentro de un operador. Estas bajas suelen ser cambios de un cliente entre operadores, más conocido como portabilidad.
Las permanencias que muchos operadores añaden a sus clientes buscan reducir el churn de un operador: a más clientes retenidos menor porcentaje de churn tendrás.
El churn mide el porcentaje de cliente que abandonan cada mes una compañía, un recuento que se realiza cada día y se hace oficial el primer día de cada mes para cerrar el dato del mes que acaba de finalizar. El churn medio de las compañías en nuestro mercado ronda el 18% y esto significa que en caso de no tener nuevas altas, los operadores verían rotar toda su base de clientes cada cinco años y medio. Por contra, la realidad no es así ya que existen clientes fieles que permanecen años en su operador y otros que pueden cambiar constantemente, incluso varias veces al año.
Nuestro mercado es infiel por naturaleza con una diversidad de operadores destacada y una oferta competitiva constante, tanto en tarifas como en calidad de servicio y de red fija o móvil. Esto provoca que un alto porcentaje de clientes cambien cada año de operador en busca de mejores ofertas, mejor servicio o mejor contenido creando una lucha constante entre operadores para robarse clientes los unos a los otros. Esto es el churn, el terror de todo operador.